En el contexto actual que vivimos de pandemia, estamos pasando de hablar de un entorno VUCA (Volátil, Incierto, Complejo, Ambiguo), a uno mega VUCA e incluso hay otro término llamado BANI que habla de la necesidad de orientar nuestras acciones ante un mundo de caos. El significado de estas siglas en inglés es:
Para empezar, vamos a necesitar ejercitar mucho nuestra humildad para reconocer que no sabemos, que nos equivocaremos y que seguiremos aprendiendo, dando lo mejor de nosotros. Y con empeño, encontrando nuevas soluciones e impulsando nuevos modelos de liderazgo en las organizaciones, que estén a la altura de la situación actual.
Inteligencia emocional y Bienestar organizacional
La recuperación emocional de las personas debe ser una prioridad y solo desde ahí será posible la recuperación empresarial y organizacional.
Existen numerosos estudios que demuestran una clara relación entre el desarrollo de la inteligencia emocional y un aumento de la eficiencia y del compromiso en las organizaciones. Aquellas organizaciones que se comprometen de verdad con el bienestar y dan prioridad a culturas de crecimiento, consiguen mejores resultados.
Agilidad y liderar como Líder Coach
Para poder gestionar la complejidad necesitamos entrenar nuevas mentalidades ágiles; adoptar nuevas maneras de pensar y actuar para responder de forma inteligente: inspeccionando, aprendiendo rápido y adaptando, en una mejora continua para poder impulsar la transformación.
Además, para liderar el cambio y conseguir mejores resultados se hace imprescindible potenciar el desarrollo de ciertas habilidades clave: emocionales, sociales y relacionales. Estas habilidades serán imprescindibles para acompañar a las personas en su recuperación, desarrollo y empoderamiento; y para crear culturas de aprendizaje, conseguir avanzar de forma sostenible y con mejores resultados.
Si queremos crear equipos emocionalmente inteligentes, resilientes y de alto rendimiento sostenible para alcanzar los objetivos, será importante que las personas que lideran se conviertan en auténticas líder coach, desarrollando habilidades de coaching profesional en las que apoyarse para contagiar visión, confianza, compromiso y motivación, llevando a las personas más lejos de lo que jamás llegarían solas e influir positivamente en ellas.
Liderazgo al servicio: Liderazgo Emocionalmente Inteligente y Ágil
Sin duda, cobra cada vez más fuerza una cultura de empresa y un liderazgo centrado en las personas y en el bienestar organizacional. Un liderazgo emocionalmente inteligente que crea confianza y compromiso, en donde las estrategias son de verdad las personas. Un liderazgo ágil que nos ayuda a gestionar la complejidad y a influir en la dirección de los resultados, cuidando de las relaciones.
Así crearemos organizaciones sostenibles, ejerciendo un liderazgo saludable, influyente y transformacional que genera el mejor impacto en nuestro propio bienestar, en nuestras relaciones y en nuestros resultados.
El Liderazgo Emocionalmente Inteligente y Ágil es principalmente servicio a las personas y generador de confianza. Crea de forma intencionada ambientes emocionales positivos, logrando movilizar lo mejor de las personas. Genera espacios de posibilidad e impulsa el talento, mejorando rendimientos y resultados.
El Liderazgo Emocionalmente Inteligente y Ágil, conecta a las personas con un propósito trascendente, con un profundo sentido de contribución y pertenencia.
“El líder es aquel que tiene la capacidad de ver lo que otros no ven y transmitirlo con tanta convicción, confianza y entusiasmo que, aquellos que tienen que ejecutar su visión, desean embarcarse en una aventura en la que jamás se embarcarían solos.” Warren Bennis
Esta clase de liderazgo, nada tiene que ver con posiciones jerárquicas, sino que se trata de relaciones. De cultivar vínculos de calidad, construyendo compromiso cada día. De influir para generar un impacto positivo en las personas y remar en la dirección de los resultados.
El Liderazgo Emocionalmente Inteligente y Ágil además se caracteriza por estar profundamente comprometido con el desarrollo de los equipos, creando culturas de crecimiento y colaboración; y creando nuevos modelos de relación y comunicación apreciativa. Ver la grandeza y el potencial en cada persona, aprender a delegar, dar autonomía, dar feedback de manera adecuada, mostrar aprecio cada día por colaboradores y dar reconocimiento por el compromiso y esfuerzo diario, son aspectos que caracterizan al liderazgo emocionalmente inteligente. No debemos olvidar que la positividad en los equipos es fundamental para sostener la productividad.
“Si hay algo por lo que me gustaría ser recordado, es que ayudé a la gente a comprender que el liderazgo es ayudar a otros a tener éxito y crecer. Repitiéndome. El liderazgo no es acerca de ti, es acerca de ellos”. Jack Welch (Ex Ceo de General Electric)».
Liderar la transformación actual no es un desafío sencillo. El reto de la persona líder será gestionar su propia vulnerabilidad y acompañar a otras personas en ese proceso de transformación.
Desde una mentalidad de crecimiento y un liderazgo ágil, logrará encauzar el camino, contagiar su visión con pasión y movilizar a otras personas con su ejemplo y dedicación. Buscar personas aliadas en este proceso, es de personas sabias. Para alcanzar grandes metas, necesitamos personas aliadas. La creación de una red de relaciones de valor es un aspecto clave, así como mantenerla, nutrirla y cuidarla.
Hoy más que nunca las personas necesitamos tener líderes y ser líderes con altas dosis de empatía e inteligencia emocional que nos permitan estar a la altura de las circunstancias.
Liderazgos al servicio, inspiradores, con propósito e influyentes cuyo principal objetivo sea conseguir aflorar lo mejor de las personas y generar un gran impacto positivo en las organizaciones, en la sociedad y en el planeta.
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